Tras semanas de escaladas regionales entre facciones apoyadas por potencias rivales, una coalición internacional liderada por la OTAN ha iniciado operaciones para neutralizar capacidades aéreas hostiles en el este de Siria. Informes de inteligencia confirman la llegada de nuevos cazas MiG-29 y Su-27 a la base aérea de Deir ez-Zor, en control de una milicia proiraní. La presencia de estos aparatos pone en peligro las rutas de reabastecimiento y los activos ISR que operan en la región.